El CBD podría reducir la adicción la cocaína

Una investigación llevada a cabo por el conjunto de Neurobiología del Proceder (GReNeC-NeuroBio) de la Colegio Pompeu Fabra (UPF) en Barcelona, prueba que el CBD tiene el potencial de reducir los efectos adictivos de el narcótico

Múltiples estudios han comprobado que el CBD o bien cannabidiol, el primordial factor no psicoactivo del cannabis, tiene un valor curativo potencial para una extensa matiz de trastornos, incluyendo congoja, psicosis y depresión, mas asimismo para la cura de adicciones a drogas como la heroína y el narcótico.

En el extracto del artículo de búsqueda que ha sido publicado en el periódico Neurophamacology bajo el título de “La cortesía repetido con Cannabidiol reduce la ingesta de coca y modula la aumento neuronal y la expresión de CB1R en el hipocampo de ratones.”, leemos que “los derivados cannabinoides han mostrado desenlaces prometedores para la receta de trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo la adicción a las drogas.“

Para determinar la capacidad del CBD para afinar la ayuda de el narcótico, se administró coca a ratones, los que tenían la posibilidad de autoadministrarse CBD presionando una palanca. Se observó que el CBD reducía la compra libre de coca. Esto, adjunto las observaciones que se efectuaron en la inteligencia de los ratones, sugiere que el CBD “puede modular ciertas manifestaciones conductuales y moleculares del refuerzo de el narcótico”, lo que “da nuevas perspectivas para beneficiarse el CDB como una material cura.”

Olga Valverde, directiva del estudio, apunta que el CBD “acrecienta la expresión de factores neurotróficos a través de un mecanismo que implica a los receptores cannabinoides CB1 y fomenta la abundancia de nuevas células en el hipocampo, circunscripción desapasionado relacionada con las funciones de la memoria.”

La mercadería de Valverde y sus colegas, del que se ha hecho extensión la Delegación de Administración para el Plan Nacional sobre Drogas en su cuenta de Twitter, viene a contrastar con una investigación adelantado publicado en la Journal of Psychopharmacology en 2017, depende el que no se había observado este efecto del CBD en ratas macho (recordamos que el estudio de Valverde et al. fue hecho en ratones) y concluía que era forzoso efectuar “más búsqueda, usando una más extensa escala de dosificación y vías de administración, de regímenes de tratamiento y pruebas de proceder para aclarar el potencial del cannabidiol como tratamiento para el desorden de atropello de substancias.”

La necesidad de comprobar la clasificación del CBD

Asimismo en 2017, dos autores españoles, Jorge Manzanares y María Lozanía García Gutiérrez, del Colegio de Neurociencias de la Claustro Miguel Hernández-CSIC se preguntaban en un pequeño artículo de encuesta si el CBD podría ser potencialmente útil para la cortesía de desórdenes neuropsiquiátricos y de adicción a las drogas. A continuación de refererir una ala de estudios que vienen a aseverar las propiedades ansiolíticas del CBD entre otras muchas, su capacidad para modular los efectos del THC y de resaltar su potencial para tratar adicciones, incluyendo la heroína, la mercadería se detiene en una crítica a la clasificación del cannabis y, particularmente, del CBD como substancia carente valor curativo, como la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU y la Ley de Substancias Controladas de EE.UU. Merece la pena reproducir la astilla:

“Pese a la enorme cantidad de patentizas que sugieren el potencial del empleo curativo del CDB, existe cierta disputa respecto a su perfil como droga de arbitrariedad que complica significativamente el desarrollo ulterior de estudios básicos y clínicos.

El CDB está hogaño clasificado en la Lista 1 conforme con la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961 y la Ley de Prevención y Control del Empleo Ilegal de Drogas de los Estados Unidos. La Ley de Substancias Controladas (CSA, por sus iniciales en anglosajón) define las substancias de la Lista I como que presentan “un empleo médico no acceder hoy en día, una falta de seguridad admitida para su empleo bajo revisión médica y un alto potencial de despotismo”. Igualmente, el CDB está clasificado como una droga de la Lista 2 conforme con la Ley de Drogas y Substancias Controladas, implicando aun “un alto potencial de arbitrariedad que puede conducir a una severa dependencia sicológica o bien ciencia”.

Escaso, no hay certeza que apoye estas consideraciones. Por otro lado, el CDB no está sujeto a ninguna cortapisa diferente en Europa. En contraste al THC, el CBD no provoca ardor ni daño. La carencia de actividad psicoactiva semeja encontrarse relacionada con su baja analogía con los receptores CB1 (100 veces menos que el THC). Curiosamente, estudios recientes llevados a cabo en nuestro laboratorio probaron que el CBD no induce preferencia por lugares condicionados, signos de dieta o bien autoadministración oral, lo que sugieran su falta de propiedades como droga de despotismo.”

Los estudiosos concluyen con lo que, dada la carencia de patentizas que sugieran que el CBD tiene potencial de arbitrariedad, sumado a los apabullantes rastros científicos sobre su potencial rehabilitador, se hace imperioso y precisa una reclasificación de esta substancia para facilitar su búsqueda y su empleo.

El cannabis reduce los inconvenientes socios a opiáceos y alcohol

En otra ocasión os referíamos un artículo de la Sociedad para el Estudio de las Adicciones que concluía que “la mariguana no tiene ninguna ascendiente causal sobre la admisión en las drogas duras”. Aparte de ello, aumenta la certidumbre de que el cannabis puede ser ajado como una mudanza para desamparar dependencias de substancias más peligrosas como los opioides, el alcohol, fármacos, coca y puro.

Por poner un ejemplo, en aquellas jurisdicciones en donde la compra de mariguana es admitido, las investigaciones han constatado una decrecimiento firme del arbitrariedad de opioides y la exterminio socia.

Carente tras la certificación, las muertes socias a opiáceos y heroína se redujeron un 20% depende apuntes de la Journal of the American Medical Association. Normalmente, los estudiosos concluyen que “los estados con leyes sobre el cannabis medicinal tienen una tasa media anal de aniquilación por sobredosis de opiáceos un 24,8 por centenar menor que la de estados desprovisto leyes sobre el cannabis medicinal”.

Los apuntes publicados el mes pasado de abril en el periódico Drug and Alcohol Dependence aun reportan una trágica aminoración en las hospitalizaciones relacionadas con calmantes opiáceos tras la certificación.

El cannabis como droga de salida

En acoplamiento con todo ello, no podíamos dejar de hacer referencia a High Sobriety, una hospital de Los Angeles cuyo término una parte de cambiar una adicción mortal por otra no ofensivo utilizando el cannabis. Pese a la discusión aparente, conforme apuntes de la SAMHSA (Substance Abuse & Mental Health Services Administration), solo un 25% de las personas que prosiguen programas basados en el ayuno no vuelven a recaer, con lo que High Sobriety está concebido para el 75% remanente.

“No existe ninguna razón científica para pensar que es mejor ser íntegramente miserable estando abstemio que consumir cannabis en ocasiones, o bien inclusive con conveniente puntualidad, como cumplido, y ser eficaz, bienaventurado y fecundo”, opina el Dr. Reiman, consejero no retribuido de High Sobriety.